En un experimento llevado a cabo con ratones, se
pudo comprobar que cuando en un mismo espacio conviven un número elevado, estos
alteran su comportamiento habitual, entre los cambios registrados se encuentran,
alteración del sueño, modificación de su conducta sexual y un estado de estrés
continuo así como de agresividad.
Cuando un animal puebla una zona en la que el número
de estos es tan elevado que afecta ya sea al medio ambiente o a la cadena
alimenticia lógica, el hombre entra en juego y decide llevar a cabo una
“regulación” de la población, dejando un número de seres que ellos consideren
adecuado para la convivencia natural de la especie en el entorno.
Es entonces cuando me vienen a la mente las imágenes
de grandes cantidades de personas en un tren, en una calle, o en las tiendas.
En principio diversos estudios defienden que la superpoblación de la humanidad
no es dañina para el medio ambiente, y sostenible ya que seguimos teniendo
recursos en la tierra para vivir todos los que habitamos en ella, aunque el
medio ambiente cada vez está más deteriorado y eso que lo peor está por llegar
y , y por otro lado hemos visto (léase la actual crisis económica), que todos
no podemos estar al mismo nivel y consumir al mismo ritmo, porque no es
sostenible en ningún aspecto. Tanto es así que casi todos los servicios
disponibles, léase, carreteras, aviones, hospitales, comida e inclusive el
ancho de banda de Internet, no está pensado para que todos lo consumamos a la
misma vez ni en la misma medida, ya que entonces nos daríamos cuenta de un
vistazo, que somos demasiados y que todo está pensado para una sociedad
piramidal, económicamente hablando.
De todas formas, lo que me llama la atención, es que
no sé quién nos dio a nosotros la batuta para administrarlo todo, y si de
alguna forma nosotros no somos el problema a todo este equilibrio. Si hablamos
del humano, la población crece, pero no su cultura, de esta manera, la gente
sin estudios tiene una media de cinco hijos, mientras una familia con estudios
y cultura no suele pasar de dos.
La verdad es que no sé cuándo nosotros hemos
demostrado que debemos de tener el control y si realmente a nivel ecológico
sobre todo, hemos conseguido grandes cosas respecto a los animales, media
respuesta la tengo al observar la vida que llevamos, y todo lo que llegamos a
consumir/contaminar a lo largo de nuestra existencia. Tenemos la inteligencia,
eso es cierto, pero no la utilizamos en exceso, o al menos no con la intuición
que deberíamos. Hemos puesto en todo momento nuestro egoísmo un paso por
delante siempre.
Por todo esto, hace tiempo que deje de considerar,
como viene siendo costumbre, la vida de un animal menos valiosa que la de una
persona, creo que son mejores que nosotros, porque aunque no son tan
inteligentes, simplemente sobreviven con los mínimos recursos posibles, aportan
su granito de arena al funcionamiento global del ecosistema y son muy honestos,
algo en lo que a nosotros nos queda mucho que aprender.
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