jueves, 19 de enero de 2012

Capítulo 49: La trama Gürtel




Me llama poderosamente la atención que el caso Gürtel no haya tenido la repercusión a razón de los escándalos que encierra.

A través de la denuncia ante la Fiscalía anticorrupción de un ex concejal del partido popular (hoy el partido que gobierna España), y aportando unas grabaciones, conocemos que un conglomerado de empresas se nutría de fondos públicos, así como recibía ciertos favores, especialmente de algunos ayuntamientos y comunidades autónomas, mediante sobornos a funcionarios y autoridades públicas.

El conglomerado de empresas implicadas (23 en total) eran dirigidas por un tal Francisco Correa y otros socios (secuaces, entre ellos el afamado Álvaro Pérez apodado "El Bigotes"), aunque siempre se creyó que Correa era el cerebro central de toda la trama.

Hasta aquí, esto parece una historia sacada de una película de Scorsese o de alguna serie de la BDO.
El añadido, es que este grupo empresarial, tenía en nómina a muchos políticos del partido popular, incluso les organizaba los eventos públicos, se habla incluso de indicios sobre una financiación irregular del partido, esto lo convierte en un escándalo político de gran magnitud y de lo que se ha conseguido que apenas se hable, ya que entre otras cosas, la gente de este país considera bastante normal que su clase política se llenen los bolsillos mediante métodos de dudosa legalidad, aunque luego nos pidan a todos un esfuerzo para ahorrar, para volver a llenar las arcas que ellos mismos vaciaron.

Y luego está el tema del señor Garzón, aunque espero un día dedicarle un post solo para él, os resumiré que se trata de un juez que ha sido capaz de luchar activamente con organizaciones terroristas, dictadores y otras causas en las que nadie quiere meter mano ni verse implicado.

Fue el juez encargado de este caso, pero fue apartado del caso porque supuestamente algunas de las escuchas aportadas se obtuvieron de forma ilegal, de juzgado de guardia vaya, más si cabe cuando toda la atención se ha focalizado en este detalle insignificante para desviar la atención de todo el escándalo desentramado, el fin, debería haber justificado los medios en cualquier caso.

El resto de la historia ya la conocéis, la mayoría de las causas archivadas, algunos declarados inocentes, y el resto tapados como noticias secundarias por la prensa. El juez Garzón por su parte, apartado del caso, y más tarde suspendido cautelarmente por querer desentramar los crímenes de la represión franquista. (El juicio se abrió tras admitir a trámite una querella presentada por la organización de ultraderecha Falange Española de las JONS y por la también sindicada frecuentemente como ultraderechista Manos Limpias).

Ni el Don Vito Corleone original lo hubiese hecho mejor. (Francisco Correa pidió a su empleado figurar en los asientos contables del dinero supuestamente relacionado con este asunto, la llamada "caja B" como "Don Vito, como el de la película" (refiriéndose a Don Vito Corleone, personaje interpretado por Marlon Brando en El Padrino).

jueves, 12 de enero de 2012

Capítulo 48: Gratis



No hay una palabra que despierte tanta atracción y ansiedad a la vez como la palabra gratis. Supone toda una metamorfosis para aquellos que la leen o escuchan, una transformación en seres sin escrúpulos capaces de hacer cualquier cosa, y sin reticencias en exponer el egoísmo más extremo.

Alrededor de esta palabra he visto consumarse situaciones y acciones de lo más lamentables, personas enfervorizadas, poseídas por el gen consumista más arraigado, los ojos permanecen fijos sobre aquello que tiene la cualidad de ofrecerse gratuitamente, mirada fija, como perdida, ansiedad, se aceleran las pulsaciones, la respiración se entrecorta, el momento en que la mano se acerca a los trofeos se eterniza, y por fin llega el momento, alcanza el objetivo y como un león que devora una presa, utiliza todo su instinto más primario, su brutalidad, mientras a la vez mira desconfiando a su alrededor, para no llamar la atención, para no atraer a otros depredadores, la ansiedad se mezcla con un falso sigilo, con un inútil disimulo.

Poco importa el objeto de lo que se ofrece gratuitamente, la idea despierta una cuenta atrás en la lucha por la posesión, aunque esta resulte completamente innecesaria y absurda. Todo se reduce a una caza desesperada, para ello no se escatimen esfuerzos, se empuja, se obstaculiza, se agarra, una pelea por las presas.

Con la pieza asegurada, los cazadores se retiran satisfechos a un rincón, aún con gesto de ansiedad, una vez alejados del coto de caza, la frecuencia de las pulsaciones baja y comienza el regocijo, normalmente no basta con haber cazado, ni incluso que la caza haya sido abundante, el mayor placer procede de mostrar a otros que hemos cazado, que hemos sido más hábiles, más astutos, tocados por la suerte divina, cuando en realidad, solo se trata de un hecho totalmente circunstancial, donde nuestra avaricia más primaria pone en tela de juicio nuestro honor y racionalidad.

Al final, después de todos los esfuerzos y desvaríos, todo lo obtenido acaba en algún cajón perdido sin uso, regalado o en el mejor de los casos, en la basura, pero el momento de gloria, ese momento de regocijo personal, de triunfo, es una droga a la que la gran mayoría no puede resistirse.