Una de las grandes diferencias entre los perros y
las personas no es otra que la percepción del tiempo. Los perros no disciernen
entre pasado o futuro, no piensan en lo que pasó ayer o en lo que pasará mañana,
solamente viven el presente. Los humanos por el contrario, siempre andamos
marcados por nuestro pasado y condicionados por lo que queremos que sea nuestro
futuro. Esto nos hace vivir un presente acotado, marcado por lo que pasó o lo
que pasará.
Sabemos que somos el resultado de un gran número de
hechos históricos, somos los representantes de la nueva era. Responsables del
rumbo que toma la evolución. Es una suerte que podamos contar con las vivencias
y las experiencias que otra gente ha tenido antes que nosotros, de manera
individual, aprendemos de nuestros padres, profesores, tíos, abuelos y de
cualquier persona que se cruza en nuestra vida desde que nacemos y que nos
aporta alguna enseñanza, transmitida en la mayoría de casos a través de sus
propias experiencias personales. Una especie de traspaso de experiencia,
nuestro regalo como seres capaces de retener hechos temporales.
Llegados a este punto, nuestra felicidad sería
completa si fuéramos seres que sobreviven y viven solos, pero no, vivimos en
comunidad, en sociedad. Por esto, tenemos un sistema de leyes, un sistema
económico, una red industrial, una labor que desempeñar, una estructura
piramidal, un conjunto de sistemas entrelazados entre sí que intentan organizar
los recursos y las personas del mundo de la manera más eficiente posible.
Para estos sistemas sociales, económicos,
ideológicos y estructurales tenemos algo para saber si son factibles o no; La
historia. Es nuestro listado de errores y éxitos, porque solo hace falta echar
un vistazo atrás para darse cuenta de que no ha funcionado, cosas que no
podemos pretender hacer funcionar ahora, porque la historia es nuestra vía para
no tropezar dos veces en una misma piedra.
Tenemos que entender que muchos años y mucha gente
antes que nosotros ya pensó la mayoría de cosas que se nos puedan ocurrir, que
ya se probó órdenes sociales concretos que fracasaron estrepitosamente,
igualmente con ideologías, sistemas económicos, etc.
El problema es que al menos a nivel de sociedad e
ideológicamente parece que sufrimos una especie de alzhéimer donde apenas nos
acordamos de los años en que nosotros hemos estado en este mundo o como mucho
algunas décadas anteriores. No sé qué sentido tiene ser humano y tener una
mente más desarrollada con noción del tiempo incluida para luego no sacar
partido de esto, porque en materia de sociedad, de economía, de ideología, de
educación, y un largo etc., contamos con sistemas con falta de sostenibilidad y
eficacia, porque entre otras cosas no hemos sabido leer entre líneas de toda la
historia que tenemos documentada, de los errores que ya cometieron nuestros
ancestros en el pasado.
A nivel puramente ideológico hay más de uno que por
los símbolos que porta o defiende, así como sus propias ideas de vida, debería
también revisar la historia, para comprobar lo que realmente significa y darse
cuenta que su existencia se basa en unas ideas caducadas, no por el tiempo, si
no por su significado y eficacia.