jueves, 24 de junio de 2010

Capítulo 20: Memoria histórica



Una de las grandes diferencias entre los perros y las personas no es otra que la percepción del tiempo. Los perros no disciernen entre pasado o futuro, no piensan en lo que pasó ayer o en lo que pasará mañana, solamente viven el presente. Los humanos por el contrario, siempre andamos marcados por nuestro pasado y condicionados por lo que queremos que sea nuestro futuro. Esto nos hace vivir un presente acotado, marcado por lo que pasó o lo que pasará.

Sabemos que somos el resultado de un gran número de hechos históricos, somos los representantes de la nueva era. Responsables del rumbo que toma la evolución. Es una suerte que podamos contar con las vivencias y las experiencias que otra gente ha tenido antes que nosotros, de manera individual, aprendemos de nuestros padres, profesores, tíos, abuelos y de cualquier persona que se cruza en nuestra vida desde que nacemos y que nos aporta alguna enseñanza, transmitida en la mayoría de casos a través de sus propias experiencias personales. Una especie de traspaso de experiencia, nuestro regalo como seres capaces de retener hechos temporales.

Llegados a este punto, nuestra felicidad sería completa si fuéramos seres que sobreviven y viven solos, pero no, vivimos en comunidad, en sociedad. Por esto, tenemos un sistema de leyes, un sistema económico, una red industrial, una labor que desempeñar, una estructura piramidal, un conjunto de sistemas entrelazados entre sí que intentan organizar los recursos y las personas del mundo de la manera más eficiente posible.

Para estos sistemas sociales, económicos, ideológicos y estructurales tenemos algo para saber si son factibles o no; La historia. Es nuestro listado de errores y éxitos, porque solo hace falta echar un vistazo atrás para darse cuenta de que no ha funcionado, cosas que no podemos pretender hacer funcionar ahora, porque la historia es nuestra vía para no tropezar dos veces en una misma piedra.
Tenemos que entender que muchos años y mucha gente antes que nosotros ya pensó la mayoría de cosas que se nos puedan ocurrir, que ya se probó órdenes sociales concretos que fracasaron estrepitosamente, igualmente con ideologías, sistemas económicos, etc.

El problema es que al menos a nivel de sociedad e ideológicamente parece que sufrimos una especie de alzhéimer donde apenas nos acordamos de los años en que nosotros hemos estado en este mundo o como mucho algunas décadas anteriores. No sé qué sentido tiene ser humano y tener una mente más desarrollada con noción del tiempo incluida para luego no sacar partido de esto, porque en materia de sociedad, de economía, de ideología, de educación, y un largo etc., contamos con sistemas con falta de sostenibilidad y eficacia, porque entre otras cosas no hemos sabido leer entre líneas de toda la historia que tenemos documentada, de los errores que ya cometieron nuestros ancestros en el pasado.

A nivel puramente ideológico hay más de uno que por los símbolos que porta o defiende, así como sus propias ideas de vida, debería también revisar la historia, para comprobar lo que realmente significa y darse cuenta que su existencia se basa en unas ideas caducadas, no por el tiempo, si no por su significado y eficacia.

1 comentario:

  1. Mi madre siempre me dice, con toda su buena intención, que no quiere que cometa los mismos errores que ella, que no sufra lo mismo que sufrió ella. Pero yo le respondo que no puede evitarlo y que si es ley de vida que yo me equivoque con muchas cosas, debo "disfrutar" de esa posibilidad, pues de los errores se aprende y ella no estará allí siempre para guiarme.

    Ciertamente los humanos no aprovechamos las lecciones aprendidas, por lo menos no para bien. Lo que sí hacemos es echar mano a la historia para amenazar a los demás. Y, claro está, siempre habrá gente que se cree más lista que los demás y piensa que si un sistema se aplica a su manera dará buenos resultados. Bueno, espero que algún día alguien tenga razón.

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