El ejercicio de cada día, vagabundear por esos
periódicos digitales, por esas páginas Web de noticias, por las redes sociales,
en busca de información instructiva, trascendente y veraz.
Solo hace falta echar un pequeño vistazo para darse cuenta
de varias cosas, la primera es que la prioridad de temas sigue un criterio
bastante banal, los temas corazón, las curiosidades y los temas escabrosos han
colmado la parrilla, mientras el resto de noticias, entre ellas hechos
importantes quedan relegados a un rincón pequeño y olvidado, supongo que de
alguna manera tiene que ver con la oferta y la demanda, hay algunas voces que
dicen que tenemos la información que nos merecemos y aunque es algo injusto, no
deja de ser menos cierto que desde que la información se convirtió en negocio,
y más en la red donde todo se mide por "tráfico", lo más cotizado
viene a ser lo más consultado, y por tanto, los editores entiende que esto es
de lo que la gente quiere leer o ver.
Luego están esas fotos que acompañan a la noticia,
donde el autor intenta darle un énfasis partidista a su texto, intentando
posicionar al lector, o al menos, hacerla atractiva para que el lector haga el
ansiado clic. De hecho, el formato usado por la mayoría de páginas de
información viene a ser más un mosaico de imágenes, dejando claro que la imagen
ha ganado el pulso al texto.
Una vez entramos dentro de la noticia, hay dos
pistas que nos indica que la gran mayoría no va a leer el texto en sí de la
noticia, la primera pista viene dada por los cuatro o cinco titulares que nos
resaltan al inicio, ¿por qué tantos?, en ellos podemos encontrar no lo más
destacable de la noticia, si no lo más comercial de la misma, material para la
controversia, suelen ser las frases que luego alguien te dice, anteponiendo :
"he leído que", y cree poseer el cetro de la verdad, cuando algunas
veces siquiera tienen demasiado que ver con la noticia o la entrevista. La
segunda pista es que una vez leemos el contenido en sí, vemos la poca relación
entre esos titulares y el contenido del texto y el poco esmero puesto por el
redactor de turno, como si de alguna manera ya supiese de antemano que pocos
internautas van a leerlo completamente.
Por si todo esto fuera poco, en general, ya de por
sí, la superpoblación de noticias y canales de información nos ha llevado a
conocer muchos detalles acerca de cosas que importan poco y saber poco de cosas
que importan mucho, hasta convertirnos de alguna forma en una sociedad
desinformada en lo esencial, distraída por la cantidad y obviando en todo
momento la calidad.
Lo peor de todo es que no nos damos o no nos queremos dar cuenta de que esto es así, ahora y siempre, aquí y en todo el mundo. Menos mal que en internet existen alternativas.
ResponderEliminarSaludos