martes, 26 de abril de 2011

Capítulo 40: Fauna nocturna



Desde hace mucho tiempo que vengo sospechándolo, que a día de hoy lo puedo afirmar, hay una fauna especial que vive cuando el sol cae.

La noche sirve para muchas cosas, por costumbre, las horas nocturnas se usan para dormir ,descansar y otras actividades que conlleven el relax corporal, históricamente han sido unas horas de oscuridad donde emergen todos los demonios del mundo, una parte del día donde todo se transforma, y los textos no iban muy desencaminados….

Los que suelen salir por la noche seguro que saben de qué hablo, no cabe duda viendo ciertos casos que hay gente que vive por y para la noche, no es que coincida que los puedas ver, es que solo tienes la oportunidad de verlos a esas horas y en ciertos lugares, su indumentaria, su predisposición y sus conversaciones así lo corroboran. Porque a esas horas en un lugar de copas, cualquiera puede ser cualquier persona, puede tener cualquier rango, puede trabajar de lo que quiera, pero en ese momento, solo es uno más con una copa en la mano, esa anarquía social le concede a personas que durante el día pasan totalmente desapercibidas en su monótona vida, la posibilidad de conseguir ser alguien especial, de sentirse integrado y reconocido por unas horas.

Esto también se extiende al plano sexual, la noche transforma a los hombres en lobos y a las mujeres en vampiro, la misma anarquía social brinda la posibilidad de conseguir una relación fugaz sexual que a la luz y sin una copa de más sería misión imposible.

Por supuesto y a pesar de que ciertas sustancias puedan emborronar la percepción del personal, la indumentaria y apariencia forman una parte esencial en el conjunto, por tanto, podemos disfrazarnos con camisa para parecer gente seria, de bien, o podemos arriesgarnos con algo más atractivo que por el día nos llevaría estar ruborizados continuamente, y puede que siquiera nos atreviésemos.

La conversación por supuesto es lo de menos, se sobreentiende que todos los presentes estamos bajos los efectos de algo que doblega nuestra voluntad, y por tanto toda frase o acción por soez que pueda llegar a ser, no conllevará a un destierro social por nuestra parte, puede que incluso produzca el efecto contrario y que se tome por el lado simpático, consiguiendo algún adepto, achacándolo a nuestro sentido del humor.

Accesible, desinhibido, sin estatus, sin jerarquías, sin pensar, rápido, sin complejos, sin límites, sexual, social….

Ahora puedo comprender en parte porque este mundo cada vez tiene más adeptos y por qué mucha gente solo vive en estas horas, todo es mucho más fácil a este lado de la luna, un lugar donde poder sacar el homínido que llevamos dentro.

1 comentario:

  1. Tienes toda la razón, yo también había reflexionado sobre este tema muchas veces, y la verdad es que sí, la noche "nos confunde". De noche, incluso sin salir, yo mismo me siento diferente, capaz de hacer cosas que no osaría hacer de día.

    Y saliendo te das cuenta de que efectivamente todo deja de importar, qué eres y cómo eres el resto del tiempo no tiene ninguna importancia. Importa el ahora, el aspecto que tienes ahora y tus habilidades sociales ahora, sean o no inducidas por el alcohol y la noche.

    Mención especial merece la iluminación discotequera o de pub, bajo la cual todo nos parece más atractivo (supongo que esa es la intención). No vemos imperfecciones, granos, pelos que no deberían estar ahí... sólo vemos reflejos y sombras que hacen varias veces más atractivos rostros que antes nos producían indiferencia o que ni siquiera habíamos visto pero que a plena luz del día pasaríamos por alto.

    La cuestión es si, conociendo sus reglas, queremos jugar a ese juego o no.

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