Resulta que en algunos lugares se realiza un rito
(léase atrocidad), principalmente en gran parte de África (África central sobre
todo), en algunas partes Oriente Medio y en menos medida en otros lugares del
mundo como Europa, Australia o América denominado mutilación genital femenina. Aunque
el concepto no deja muchas dudas, os explico brevemente en qué consisten
algunos de los procesos para llevarlo a cabo; el más extendido es la ablación
de clítoris, ablación es sinónimo de amputación o extirpación, el resto se
puede imaginar, aunque en el proceso no solo amputan el clítoris si no
cualquier otra parte de los genitales femeninos, también existe la infibulación
que incluye la primera parte del calvario para finalizar con un cierre vaginal
mediante puntos de sutura dejando una pequeña apertura para orina y sangre
menstrual, después del matrimonio se abre con un cuchillo, se puede repetir el
cierre vaginal en caso de que por ejemplo el esposo quiera hacer un viaje, es
decir, como si de una tienda de ultramarinos de tratase, con horarios y al
gusto del consumidor.
Por supuesto y por si cabe alguna duda la
consecuencia más inmediata de estos procesos es la pérdida de la sensibilidad
por parte de la mujer en todo lo que atañe a sus genitales, perdida de toda
apetencia/placer sexual, dejándola a merced del chulo que tenga al lado y del
placer que este pueda necesitar, más que una esclavitud sexual, toda una
carcelación sexual.
Por si todo esto fuera poco, y aparte de todo el
daño físico evidente que se produce, donde en ocasiones debidas a las
condiciones higiénicas nulas en las que se realizan estas intervenciones, así
como las herramientas que se usan, muchas se contagian de enfermedades, sufren
dolores de por vida e incluso mueren desangradas por obra y gracia de tan
glorificantes procesos, a todo esto hay que sumarle el trauma psicológico que
crea de por vida a las afectadas, porque no solo se trata de una mutilación de
algo tan íntimo e importante, si no de la pérdida del deseo, el placer y la
libertad sexual de la que todos debemos optar por decreto, todo el mundo debe
ser libre de usar cualquier parte de su cuerpo como y con quien quiera,
conduciendo su sexualidad hacia los caminos que cada uno considere.
Se habla que se trata de un rito religioso, una
auténtica tapadera, ya que ninguna religión habla de nada parecido, y si lo
hiciese, habría que plantearse la existencia de un Dios que ampare algo así. La
verdadera finalidad son de tipo machista, se pretende que la mujer llegue
virgen al matrimonio y evitar la promiscuidad de ellas, como si las relaciones
sexuales dependieran solo de ellas, hipocresía de la mala vaya, digan lo que
digan no hay manera de tapar un acto aberrante, un acto terrorista contra la
sexualidad y la integridad de millones de mujeres (actualmente afecta a unas
135 millones de mujeres y niñas en el mundo) fruto de una mentalidad
retrograda, machista y vergonzante, una dictadura sexual, un acto bárbaro y
denigrante que no se debería permitir de ninguna de las maneras, algo que
debería estar perseguido y penado en todo el mundo sin excepción ni concesión
de ningún tipo.
A pesar de ser una práctica conocida y contar con
millones de mujeres y niñas afectadas actualmente y sumando más cada día, no es
un tema que ocupe portadas, ni que los gobiernos persigan especialmente, ni que
haya planes para su erradicación, quizás, porque como muchos otros temas,
aunque sus consecuencias son atroces, el tema no goza del beneplácito de lo que
se considera mediático y no hay beneficios materiales que obtener
solventándolo, la conciencia global tiene estas cosas, unos filtros muy
extraños.