La religión es un sistema humano compuesto por un
conjunto de creencias y prácticas asociadas a algún ente divino o sagrado. En
torno a esa figura o figuras consideradas de origen divino, se obtiene unas
leyes, unas prácticas y unas pautas dictadas a seguir.
Las religiones existen de muy diferente índole y
origen. En teoría todas parten de una base espiritual, con carácter orientativo
para el hombre de a pie, y siempre con las mejores intenciones.
No existe nada más poderoso que la fe, desde siempre
el hombre ha demostrado que es capaz de cualquier cosa, siempre y cuando esté
moralmente preparado y plenamente motivado.
La mayoría de religiones tienen una serie de
estamentos que marcan aquello que todo aquel que se considere fiel a la misma
debe cumplir, como una especie de leyes, de obligaciones, de pautas a seguir.
Todo está orientado a honrar y agradar a ese ente divino, con vistas a ganarte
su trato favorable tanto en vida, como para una vez estés muerto.
Desde un punto de vista teórico, las religiones
pueden servir para mantener una estabilidad moral/espiritual que puede ser muy
beneficiosa, más si tenemos en cuenta, que el ser humano por naturaleza
necesita creer en algo. Pero a lo largo de la historia, se ha demostrado que la
práctica es bien distinta. Por un lado, y como siempre pasa con cualquier
texto/historia muchas cosas se han malinterpretado, otras se han aplicado de
manera literal cuando esa no era la intención original, y otras se han llevado
al extremo. Todo esto ha llevado a que la religión cuente en su haber como la
causa que ha llevado directa o indirectamente a millones de personas a la
muerte, en la mayoría de los casos de forma violenta, igualmente ha sido una de
las principales causas detonantes de guerras y enfrentamientos.
Por otro lado, y también a lo largo de la historia,
las diferentes doctrinas han traspasado el plano espiritual para contar en su
haber con un gran patrimonio material (aun estando en contra de los propios
estamentos de las mismas), así como participación activa (especialmente en
algunos puntos de la historia) en el ámbito político, influyendo poderosamente en
el rumbo de los diferentes países.
Quiero dejar claro que respeto a todas las
religiones, creo que es bastante lícita su existencia, así como que cada
persona es libre de creer en aquello que le sirva para alimentar su fe. Este
texto no entra a cuestionar la existencia de entes divinos o sagrados, de un
Dios, de si realmente estos nos vigilan y de si todo tiene una correlación
entorno a estas figuras. Este texto es para cuestionarnos a nosotros mismos, de
si no hemos malogrado a la hora de entender y aplicar lo que se cuenta en los
textos, cuestionar si hemos usado la fe de cada uno contra nosotros mismos, de
si el mensaje no se ha desfigurado entre los diferentes interlocutores, hasta
incluso usarse en muchas ocasiones egoístamente como herramienta de algunos
para beneficio o fines personales.
Por todo esto, considero que por encima de cualquier
creencia debe de estar el respeto, primeramente entre nosotros mismos y luego
hacia cualquier cosa, ser capaces de convivir todos juntos, independientemente
de a quién o a qué rece cada uno, porque si no somos capaces de conseguir esto,
no seremos dignos de ningún Dios, ni tan siquiera de estar sobre la faz de la
tierra.
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