Estoy obteniendo nuevas lecturas a día de hoy acerca
de las redes sociales, lo sé, he escrito antes sobre ellas y no es mi intención
volver a hacerlo, al menos no en el sentido que ya lo hice, que era en el
entorno más social del asunto sino más bien acerca del gran carácter
económico/comercial que supone.
Que el fundador de una de ellas se siente a la
derecha del presidente de los Estados Unidos es solo una pista de lo que vengo
a referirme, y es que, las redes sociales no sirven solo como escenario
con telón rojo donde cada uno puede hacer, exponer o copiar/pegar lo que
quiera, el asunto, queridos conciudadanos va más allá, resulta que desde hace
tiempo hay un cierto interés por parte de las empresas/marcas/productos en
sumar seguidores, fans, aduladores o como quieran llamarle, es decir, tú
declaras pacíficamente tu simpatía sobre algo, esto que puede parecer un
gesto de personalidad, se acaba convirtiendo en un dato de mercado de marketing
de valor incalculable, de manera que con los datos que proporcionamos a las
redes sociales, sabiendo hacer la lectura adecuada e indexando hábilmente
se puede obtener un macro estudio de mercado, que arrojará más datos sobre
nosotros de los que seguramente conozcan y nunca conocerán nuestros
progenitores.
Hasta ahora el asunto era sutil, al menos para ojos
poco entrenados, hacer un concurso entre la gente que se haga fan/adorador de
algo/alguien, o “invitándote” a que sigas a una inmensa mayoría que ya ha
mostrado su interés abiertamente.
Es sencillo, donde nosotros vemos la etiqueta social,
la comunicación, la información personal indiscreta, el compartir cosas
mientras todos vamos de la mano, ellos ven información útil para planificar
estratégicas de marketing y colocarnos productos o servicios, si puede ser de
forma personalizada mejor, de alguna manera, seguimos siendo audiencia.
El marketing más sencillo, saber qué gusta, que
queremos, que pensamos, y rociarnos con campañas encubiertas de marketing, como
lo último que está apareciendo, famosos que usan sus perfiles en redes sociales,
que la mayoría de veces administran sus
representantes, editoras, abogados, marcas, etc. que le pagan usándolos para
bombardear con publicidad gratuita, sin coste, con el amparo de la ley y con
efectos más que deseados.
En fin, no me queda más que recomendarles que se
declaren zombi-seguidores de este humilde blog en las redes sociales para que
mañana pueda venderles el calefactor que necesitan, o ese móvil de última
generación con el que sueñan….
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